Todos somos grandes tesoros, a pesar de las imperfeccion que determinan nuestras circunstancias.
¡Se tú mismo siempre!
Aunque todos seamos iguales, como tú no hay nadie, puesto que tú serás siempre único y especial.
Todos somos únicos aunque formemos parte del todo.
No imites a nadie, ni siquiera al justo: nunca dejes de ser quien eres, nunca desistas de hacer aquéllo que quieres y, sobre todo y ante todo, no hagas mal a nadie.
El amor que deseas para ti repártelo a tu alrededor.
Quien desea el bien a los demás, el suyo se le multiplicará.
No maldigas las tinieblas, enciende tu luz.
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