Cuenta una fábula que en cierta ocasión una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía muy rápido y llena de miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir en su intento de alcanzarla.
La luciérnaga pudo huir durante el primer día, pero la serpiente no desistía, dos días y nada, al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga detuvo su agitado vuelo y le dijo a la serpiente: ¿Puedo hacerte tres preguntas? No acostumbro conceder deseos a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar, respondió la serpiente. Entonces dime: ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? ¡No!, contestó la serpiente. ¿Yo te hice algún mal? ¡No!, volvió a responder su cazadora. Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo? ¡Porque no soporto verte brillar!
Siempre habrá alguien que no soporte verte brillar, que no admita tu triunfo como resultado del esfuerzo, que no desista en tentativas destinadas a propiciar tu fracaso. Sobre ello, resiste y cree en tu capacidad para satisfacer tu felicidad y la de los demás.
Nunca dejes de brillar!!!