Todos somos Iguales. Todos somos Hijos de Dios. Sanadores |
Un sanador no nace sino que se hace. Por mucho don divino que tengas serás tú la que te lo tengas que currar. Dios no va a hacer tu trabajo, y piensa que el trabajo de sanador es el más difícil del mundo.
Siempre dependerá de ti si deseas trabajar a tiempo completo para Dios. Tú, como cualquier otra persona posee libre albedrío para elegir lo que hace con los dones de Dios. La cuestión no es si tienes un don o no lo tienes (sea cual sea), sino lo que haces con ese don. La cuestión es si realmente tienes vocación para ayudar a los demás, si te gusta trabajar con personas enfermas. Si quieres trabajar como Sanadora.