Todos los Sanadores somos Iguales, lo que Trabajamos para Dios |
Con fe, amor y trabajo (constancia, perseverancia, disciplina) se consigue todo en la vida, el llegar a ser un buen Sanador también.
La única diferencia entre un Sanador y otro que hayan recibido los mismos estudios y tengan la misma experiencia es la cantidad de amor y de fe que pongan en sus estudios, terapias y vida.
Un Sanador es una persona normal, no tiene cualidades sobrenaturales y no hace milagros. Tampoco el Sanador tiene que ser un Santo. Un Sanador es una persona como tu y yo con ganas de trabajar, que le gusta ayudar al prójimo y que se ha trabajado y ganado, a base de sudor su carrera, como cualquier hijo de vecino, Nada más.
Así que ya sabes, si deseas ser Sanador, si te gusta ayudar al prójimo, pues solo tienes que tener muchas ganas de trabajar y aprender, mucho más no se necesita para ejercer esta bonita profesión de trabajar para Dios. Amor y Fe son un "plus" en tu Currículo cuando le vayas a pedir trabajo a Dios.