A pesar de su conocimiento y desarrollo por personas y culturas varias, el desconocimiento y recelo siguen impregnando la relación de la mayoría con él.
Extendido ordinariamente en territorios lejanos como Japón o Hawai, en que, con naturalidad, se hace recurso de él, participa de las ofertas de hospitales y centros de salud; ello es así porque, siendo su naturaleza espiritual contribuye a neutralizar enfermedades de carácter físico.
El tiempo, en corto plazo, determinará su reconocimiento entre nosotros, contribuyendo a escindir su carácter tabú.
En la actualidad se está introduciendo en centros sanitarios de varios países, entre ellos España, conociéndose ya sus efectos benéficos.
Creo, y espero, que en futuro no muy lejano se introducirá en Tenerife también, y deje ya, por fin, de ser un tema tabú y se aprecie como lo que realmente es: algo natural.
También quiero decir que en muchos sitios en que enseñan Reiki tan sólo se habla de imposición de manos y que fluya la energía.
Y digo que sí, que la energía fluirá, pero se olvidan de lo mas importante: ¿de dónde procede esa energía sanadora?, ¿cuál es la fuente de esa energía?
Yo he aprendido con mi maestro, el Doctor Damián Álvarez, al cual estoy tremendamente agradecida por haberme enseñado, además, a combinar el Reiki con el Sistema de Sanación Tinerfe, que es aún mas completo que el solo uso de Reiki.
Me enseñó lo mas importante: la verdadera fuente de energía proviene de Dios, siendo nosotros meros canales a través de los cuales fluye la energía sanadora que de su sabiduría proviene.
Por eso es importantísimo, antes de cualquier terapia, pedir a Dios, haciendo Él el resto.
Usar los remos en una embarcación no nos convierte en remeros, Dios es nuestro motor y nos transmite su esencia y energía.
Si no lo hacemos así, no sabremos que energía entran en la terapia, porque el universo está lleno de energía, algunas de las cuales muy negativas, que nos engañan y manipulan en momentos de vulnerabilidad.
Y aunque sintamos esas energías que son tan bajas, sabremos que energía nos sanan.