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| Antahkarana: El Gran Poder de Dios |
A mediados de los años 90, uno de los primeros maestros de reiki de Europa, si no, el primero, me regaló el cuadro de una antahkarana. Bajo la antahkara citaba el siguiente lema: "Amor Universal, Protégeme, Cúrame y Guíame a mi verdadero Hogar espiritual".
Parece obvio el mensaje, tan obvio que se ha mantenido oculto hasta el día de hoy, de hecho, nunca he oído hablar de ello, ni en redes sociales, blogs o páginas de sanación en internet, o con otros maestros de reiki. Ni siquiera la persona que me regaló el cuadro habló conmigo sobre el tema.
A mí, aquél lema, me inspiró, me abrió los ojos, ... me abrió el entendimiento, explicándome, con, pero sin palabras humanas expresadas oralmente, lo que representaba la antahkara y sus propiedades educativas, sanadoras y protectoras.
Amor Universal, único y gran Dios, creador del cielo y la Tierra, de lo visible y lo invisible. Amor consciente de creación, mantenimiento y conservación.
Unas energías que, primeramente protegen, curan las enfermedades energéticas manifestadas y te guían hacia quien realmente eres, hacia esa chispa divina incrustada en tu interior, hacia Dios, evitando con ello las enfermedades futuras.
La sabiduría de Dios al alcance de mi mano, aparecida ante mis ojos, como por obra divina. Nadie me dijo nada pero lo comprendí todo.
Desde aquél entonces, para mí, la antahkara, supuso más que un símbolo, una oración perfecta a nuestro Creador, y la herramienta energética suficiente y necesaria del buen sanador y maestro en sanación, que desea conocerse a sí mismo y conocer a Dios, mientras tanto se cura los estragos causados en su cuerpo y alma por su ignorancia pasada ...
Damián Alvarez
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